jueves, 16 de enero de 2014

Tips para tu discurso de agradecimiento--Quince Años


















Contrario a lo que reza la leyenda urbana, imaginar que estás frente a una multitud en ropa interior no es la mejor forma de vencer tu miedo escénico, especialmente si la mayoría de la audiencia está compuesta por miembros de tu familia.

Para evadir esas traumáticas visiones de tu tío Pepe en sus chonis, sigue estos simples pasos que te ayudarán a prepararte para un conmovedor discurso de agradecimiento.

Respira: La ambulancia tendrá dificultades al entrar al estacionamiento, por el bien de tu fiesta haz el favor y no te olvides de respirar. Nadie te va a poner una calificación por tu discurso, así mejor tómate tu tiempo y diviértete con ello. Remóntate a aquellos días de tu escuela primaria, y recuerda que una coma significa una pequeña pausa y que un punto es una pausa mayor. Leerlo de corrido va a dejar a tus invitados atónitos, sin saber lo que dijiste.

Muestra tu personalidad: Si tratas de imitar a alguien más, tu familia lo notará de inmediato. Cuando digas tus palabras, sé tú misma y muestra tu propia personalidad. No trates de hacer el papel de otra persona más que tu fabuloso e intrínseco ser. Ese será tu día, y no hay ninguna razón que valga para esconderte detrás de nada ni pretender ser alguien que no eres.

Habla desde tu corazón: Tus invitados te estarán aupando y tú querrás dar un espléndido discurso de agradecimiento, deja los nervios atrás y que tus palabras lo digan por sí solas. Aunque tengas tus líneas escritas en papel, no lo sigas tan al pie de la letra que pierdas el contacto visual con las personas que te están escuchando. Habla con claridad y fluidez y mantén claro en tu mente que está bien salirse del guión para tu discurso de agradecimiento. Lo que digas, hazlo desde tu corazón y no importa cuánto se te trabe la lengua, tu audiencia sabrá que estás realmente agradecida con su presencia y con la celebración de tu cumpleaños.

Lenguaje corporal: Echa los hombros hacia atrás y mete el estómago. Seguro que lo has escuchado antes, pero no hay regla más elocuente para obtener una buena postura. Tu lenguaje corporal expresa cómo te sientes, y si el público siente que estás nerviosa o insegura al momento de decir tu discurso, pueden distraerse por completo. Así que cuando tomes el micrófono, recuerda pararte erguida, no balbucees y mantén tu compostura. No hay nada más disonante que un tartamudo dando un discurso. Especialmente cuando habrán fotos y videos guardando ese momento para siempre!


Si lo tienes ¡úsalo! Nos referimos a la habilidad de hablar más de un lenguaje, y si tienes invitados que los entienden también ¿por qué no mostrar tus dotes? Mantén el discurso de agradecimiento corto, preciso y adorable para no aburrir a tu audiencia a morir y simplemente traduce de un idioma a otro. Todos quedarán impresionados y por seguro apreciarán que les digas esas lindas palabras en su propia lengua.

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